Margaret Kaari Nyaga acaba de llegar a la Universidad de Burgos, procedente de Kenia. Ha venido para cursar el Máster en Química Avanzada, gracias al acuerdo que mantienen desde 2019 la Universidad de Burgos y la Fundación Mujeres por África, dirigido a la formación de investigadoras. El programa de movilidad académica Learn África, promovido por la Fundación, ofrece becas presenciales de formación con el objetivo de potenciar el empoderamiento de mujeres africanas a través de programas de formación, educación, comunicación, emprendimiento, ciencia y/o investigación.
Margaret, que apenas lleva una semana en la ciudad, explica que “quería mejorar mi formación y, buscando en internet, vi que los profesores estaban muy cualificados, además la ciudad me pareció muy interesante”. Así conoció la existencia de este programa y eligió la Universidad de Burgos y la ciudad como destino, tras lo cual presentó su solicitud a la Fundación Mujeres por África, encargada de seleccionar a las beneficiarias, así como de apoyarlas en el proceso de obtención de sus visados y realizar un seguimiento y evaluación de su estancia en nuestro país.
Tras su llegada a la UBU, Margaret Kaari Nyaga ha sido recibida por Ileana María Greca Dufranc, vicerrectora de Internacionalización y Cooperación. Durante la reunión, la vicerrectora ha hecho hincapié en “la oportunidad que supone esta beca para vivir una experiencia enormemente productiva desde un punto de vista formativo y personal” y cómo, para la Universidad de Burgos, “este programa es una oportunidad para enriquecerse con la presencia de jóvenes con un alto nivel de formación y un excelente aprovechamiento de los estudios cursados”. En este encuentro, la vicerrectora ha presentado a la joven visitante todos los recursos y posibilidades que, a nivel académico y cultural, la UBU pone a disposición de su estudiantado y la ha ofrecido el apoyo de la institución que tenga una fructífera estancia.
Después de sus primeros días de clase, esta joven investigadora destaca la gran acogida que ha recibido por parte de compañeros y docentes, de los que asegura que “me están apoyando mucho. Además, los materiales en inglés me lo están haciendo más fácil con el idioma”. De la ciudad destaca el “verde” de Burgos. “La ciudad es genial y además me encanta la naturaleza, ayer cuando terminé la clase fui a pasear por el parque cerca de la Facultad (El Parral) y disfruté mucho del medio ambiente tan bien conservado”.
Las becas concedidas han sido financiadas por el Vicerrectorado de Responsabilidad Social, Cultura y Deporte, el Vicerrectorado de Internacionalización y Cooperación y el Vicerrectorado de Estudiantes de la Universidad de Burgos y cubren tanto la matrícula del curso como las tasas asociadas a la expedición del título y del SET (Suplemento Europeo al Título), así como el coste de un viaje de ida y vuelta y el seguro de Asistencia Sanitaria y alojamiento y manutención.
Al hablar sobre su futuro, Margaret no descarta realizar su doctorado en Burgos a partir de agosto, antes de regresar a casa y continuar su carrera profesional. “Quiero continuar formándome para luego desarrollar un proyecto en Kenia y la Universidad de Burgos tiene ofertas muy muy interesantes de programas de Doctorado”.
Oportunidad de crecimiento académico y laboral
El curso pasado, la angoleña Teresa Augusta Rodrigues Luciano cursó el Máster en Educación y Sociedad Inclusivas y guarda un excelente recuerdo de su paso por la UBU, especialmente a sus compañeros y profesores “Mi experiencia en Burgos fue estupenda, aprendí bastante sobre inclusión en varios contextos sociales, aunque también fue un desafío pues acababa de llegar a un país nuevo, con un idioma y una cultura diferente. Sin embargo, los profesores y mis compañeros de clase me han ayudado mucho en este proceso de integración-adaptación”.
Teresa llevaba tiempo buscando una titulación que aunara Educación y Trabajo Social y cuando encontró esta oportunidad en la Universidad de Burgos, a través de este programa destinado a mujeres africanas, lo vio como una gran oportunidad de crecimiento académico y laboral.
“A lo largo de los años he conocido personas con algún tipo de discapacidad y he intentado trabajar con algunas de ellas, pero sin la debida preparación no es una tarea fácil”, explica.
Además, lamenta que la inclusión educativa y social en muchos lugares del mundo sigue siendo un tema delicado “queda un largo camino por recorrer y mucho que hacer para romper con el estigma y los prejuicios. Así que, he buscado este curso para obtener conocimientos científicos y técnicos que me conviertan en una profesional de excelencia para que pueda contribuir a la mejora del proceso de inclusión en las comunidades”.