Cerca de 650 participantes, entre presenciales y online, han asistido esta mañana al II Congreso Gestión Sostenible del Suelo, celebrado en la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Burgos.
Organizada por la revista Tierras y la Asociación Española de Fabricantes de Agronutrientes, el objetivo de la jornada ha sido analizar los factores clave que inciden en la gestión sostenible del suelo y las innovaciones que contribuyen a la misma.
David Pozo, director del Área Agroalimentaria de Interempresas Media, editora de la revista Tierras ha explicado que “lo que queremos es valorizar el suelo, los agricultores son cada vez más conscientes de ello y empresas y centros de investigación han demostrado que el cuidado del suelo es indudable que ayuda a rentabilizar los cultivos”.
La jornada, con un carácter transversal, continúa la celebra en Palencia el año pasado y que también tuvo una gran acogida, lo que animó a los organizadores a repetir el evento.
En la mesa inaugural participó el vicerrector de Relaciones con la Empresa y Resiliencia de la UBU, Gonzalo Salazar, que hizo hincapié en el papel que la universidad debe tener en el desarrollo de investigaciones orientadas a lograr una sostenibilidad ambiental y como “la única manera es cuidar el suelo”.
Sobre estas investigaciones, puso en valor las desarrollados en la Universidad de Burgos centradas en distintos entornos como las presentadas, para finalizar la jornada, por sus coordinadores Carlos Cambra, Coordinador Proyectos Smartfarm 5.1; Gonzalo Sacristán, Coordinador Proyecto Novaterra; y Rocío Barros, Coordinadora Proyecto Tribiome; que tienen como objetivo una agricultura más sostenible a través de la investigación y la innovación.
Además, la ponencia inaugural estuvo a cargo de Carlos Rad, profesor de la Universidad de Burgos. Rad abordó el concepto de “salud del suelo” y como la normativa europea, que ya se está elaborando y que incluye una serie de indicadores de salud del suelo, condicionará las futuras prácticas.
“La salud del suelo va mucho allá de la productividad - aseguró el ponente - en sentido amplio es sería la forma de funcionar un suelo para darnos alimentos y todos los servicios ecosistémicos de forma sostenible, estos incluyen funciones como el cambio climático, depuración de aguas, infiltración… que deben ser contemplados cuando juzgamos la calidad del suelo”.
La futura regulación europea, que tratará todos estos aspectos, es a juicio del investigador “una apuesta a nivel mundial, Europa camina hacia un futuro más sostenible y eso es algo muy importante, sobre todo en este momento donde hay incertidumbre sobre los efectos, incluso a corto plazo, del cambio climático”, concluyó.