“La Naturaleza de la mujer (...) es ser libre” es el título de esta muestra, integrada por 9 obras, que se centra en la libertad de la mujer, utilizando la metáfora visual como hilo conductor y elemento comunicador principal.
“Esta exposición está inspirada en lecturas sobre feminismo como la teoría King Kong o el manifiesto Femen, que coincidió con el momento en que empecé a vivir sola, a tener más autonomía…” explica Saray que sintió, junto a esta recién estrenada independencia, la presión social que se manifestaba en preguntas sobre la maternidad y la pareja. Una combinación desembocó en 2018 en la muestra que se puede visitar en la Biblioteca Universitaria.
“Llevaba un tiempo trabajando con imágenes de mujeres que enraizaban, que se convertían en plantas, como una especie de rabia contenida y lo que hice fue que la naturaleza representara la libertada, como simbolismo y siempre inspirada en los textos de Lorca”.
Las retratos, dibujos realizados sobre planchas de plástico y usando técnicas de grabado y estampación, que se exponen representan a mujeres del entorno de la artista “no representan la imagen que les ha correspondido, pero estando con ellas me vino la idea y ellas la encarnan”, afirma.
Con estas metáforas gráficas Siete quiere formular lo que es para ella la libertad “me cuesta mucho expresarla en palabras, pero tiene que ver con poder hablar de lo que tú sientes y sentirte respetada y escuchada, con poder crecer y desarrollarme como yo quiera, en todas las direcciones y con qué mi libertad no pisé la de otros”. Este discurso explica la última obra de la exposición, un autorretrato “una vegetación exótica porque se supone que la dejo crecer en mí”.
Una de las visitantes de la exposición, Inés, valora las obras como una representación de la búsqueda de la libertad de las mujeres.
“Las obras me evocan como la vegetación al crecer te envuelve, empiezan a crecer y a veces nos quedamos encerradas en ellas... y, como con la poda, las mujeres tratamos con la libertad de deshacernos de cualquier prejuicio que podamos tener o cualquier negatividad que pueda surgir. Desprendernos de lo malo y, como las plantas, renacer de la naturaleza, de la tierra y ser fuerte como ellas”, concluye.
Esta unión de mujer y naturaleza es una potente metáfora: ambas quieren tener la libertad e independencia para crear, vivir y sentir, sin miedo, pero con muchas ganas de crecer y contribuir al mundo mejor.