¿Engordan más los hidratos de carbono si se consumen por la noche? ¿La cerveza hidrata más que el agua? ¿Hay que beber dos litros de agua al día? ¿El zumo pierde las vitaminas si no lo consumimos rápido? y otras muchas creencias populares sobre nutrición, algunas ciertas y, la mayoría, solo mitos, fueron expuestas por la nutricionista Marina Melchor en un taller promovido por UBUverde.
Más de 50 personas llenaron la Sala de Juntas de la Escuela Politécnica Superior del Campus de Vena, para abordar, de la mano de UBUverde y el Centro Nutricionista NutreBurgos, estas informaciones incorrectas sobre la nutrición y la manera de consumir los alimentos e identificar los criterios y fundamentos científicos para una alimentación y nutrición saludable y sostenible.
El tema suscitó gran interés del público, que participó activamente y planteó numerosas dudas. Una de ellas fue la extendida creencia de que hay que hacer cinco comidas al día, que se complementa muchas veces con la frase "El desayuno es la comida más importante del día". Marina Melchor rebatió estas ideas y afirmó que “no existe base científica que defienda estas alegaciones. La nutrición, como ciencia de la salud, está basada en evidencia científica y es importante buscar este respaldo en las pautas nutricionales que se proclaman”.
Su recomendación fue usar el sentido común y lanzó al público la pregunta de “¿Os habéis planteado alguna vez cuánta hambre tenéis antes de servir la comida o tomáis siempre la misma cantidad por inercia?”. Como aseguró, ser consciente de las señales de hambre y saciedad es una de las bases para mantener un peso estable y es uno de los fundamentos a la hora de trabajar con sus pacientes. Además, recalcó la importancia de escoger alimentos de buena calidad nutricional.
Desde UBUverde, establecen un estrecho vínculo entre la salud y la sostenibilidad “Cada vez somos más conscientes de la importancia de una alimentación saludable y sostenible, compatible con el planeta, con sistemas de producción, distribución y consumo sostenibles, con baja huella de carbono, apostando por alimentos de proximidad y tomando medidas para acabar con el despilfarro alimentario. La salud depende de lo que comemos y de un modo de vida activo”.