Vivimos en un mundo donde los recursos naturales son cada vez más escasos y la generación de residuos aumenta de forma continuada, alcanzando proporciones alarmantes. Por ello, se hacen cada vez más necesarios productos y materiales sostenibles, que integren parte de esos residuos, y contribuyan a reducir el uso de materias primas. Dentro de este contexto en el año 2017 se puso en marcha el proyecto LIFE–Repolyuse. (REcovery of POLYurethane for reUSE in eco-efficient materials), con el objetivo de maximizar la reutilización de los residuos de espumas de poliuretano.
Este proyecto fue liderado por el Grupo de Investigación en Ingeniería de la Edificación (GIIE) perteneciente a la Universidad de Burgos, y se desarrolló en colaboración con otros socios del ámbito empresarial como Exergy Ltd (Reino Unido), Tecsa (España) y Yesyforma S.L. (España).
Tras tres años de trabajo conjunto, la investigación dio lugar a un nuevo material de construcción: un prefabricado de yeso en forma de placa destinada a los techos desmontables. Debido al interés suscitado y sus numerosas ventajas, el producto se licenció para su comercialización a través de las empresas interesadas y que a su vez participaron en el proyecto, como es el caso de Yesyforma.
Estas nuevas placas de yeso y poliuretano fueron instaladas como prueba piloto en tres edificios de Coventry, Vitoria y Burgos, con el objetivo de monitorizar su comportamiento a lo largo del tiempo.
Actualmente el plan de explotación continúa su curso y el producto, denominado “SKY techos ecosostenibles”, finalmente ha sido exitosamente introducido en el mercado a través de la empresa productora y comercializadora Yesyforma. Esta empresa ha recibido diversos pedidos provenientes de países de la Unión Europea para la instalación de las placas en proyectos de grandes estructuras como colegios y hospitales, lo cual resalta la creciente demanda y la positiva aceptación de estos materiales sostenibles en el sector de la construcción. Estas tendencias se encuentran alineadas con las políticas de sostenibilidad de la Unión Europea, reflejando el compromiso conjunto por promover soluciones más respetuosas con el medio ambiente.
Algunas de las ventajas que se obtuvieron con este nuevo producto es la reducción de un 25% del agua empleado, una reducción del 32% en consumo de yeso, y un consumo de energía 14% menor durante el proceso de fabricación. Todo esto contribuyó a reducir la huella de carbono en un 14%.
Otras ventajas de este producto son la reducción del peso en un 32%. Además, se logró certificar su viabilidad técnica según la normativa, adquiriendo el marcado CE y el mayor grado en clasificación contra el fuego A.1.