La Universidad de Burgos se ha unido a la plataforma europea People 4 Soil, una red independiente y abierta de ONG europeas, institutos de investigación, asociaciones de agricultores y grupos ecologistas, que está preocupada por el aumento de la degradación del suelo en la UE y en el mundo. Factores como la erosión, el sellado del suelo, la pérdida de materia orgánica, la compactación, la salinización, la contaminación, los deslizamientos de tierras y la contaminación, son elementos que tienen un impacto muy negativo en la salud humana, la seguridad alimentaria, los ecosistemas naturales, la biodiversidad y el clima, así como en la economía.
El objetivo primordial de la red P4S es motivar a las instituciones europeas para la adopción de una legislación específica sobre la protección del suelo, que establezca los principios y las normas que los Estados miembros deben respetar. En definitiva, que Europa reconozca la tierra como un bien común esencial en nuestras vidas y asuma su gestión sostenible como una prioridad. Hay que recordar a nuestros gobiernos que el suelo es un recurso vital, limitado, no-renovable y no-reemplazable por lo que la conservación del mismo en un estado saludable es parte de nuestro bienestar y el de las generaciones venideras. Es por eso que la red P4S está promoviendo toda la Unión Europea una Iniciativa Ciudadana Europea (European Citizen Inititative, ECI) con objeto de presentarla a mediados de 2016.
Con la adhesión a "People 4 Soil" (http://www.people4soil.eu/index-es.php) la UBU se convierte también en firmante de una petición dirigida a introducir una legislación específica sobre el suelo en Europa. Hay que recordar que la UBU es coordinadora del proyecto LIFE+ Integral Carbon que promueve la captura de Gases de Efecto Invernadero en actividades agroindustriales mediante el empleo de algas del suelo, uno de cuyos objetivos es mejorar el balance de carbono de actividades como la elaboración del vino o la industria lechera, tan importantes en el contexto productivo de Castilla y León.
En este año 2015, que ha sido declarado por la FAO Año Internacional del Suelo, se está celebrando en París la COP21, con el objetivo de alcanzar un acuerdo vinculante entre países sobre emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) que frene el calentamiento el planeta. Un mal manejo del suelo mediante prácticas agrícolas intensivas puede contribuir también de una forma decisiva al cambio climático al desaparecer el C orgánico almacenado en su seno; así, se estima que una disminución del 0,1% del contenido de carbono orgánico de los suelos de Europa equivaldría a las emisiones anuales de 100 millones de coches. Tradicionalmente el 5 de diciembre se dedica al Día Mundial del Suelo, por lo que este día es una ocasión única para reclamar a los dirigentes reunidos en París el papel de los suelos en la lucha contra el Cambio Climático como un reservorio de Carbono que hay que proteger e incrementar.