"A punto de celebrar 30 años de existencia de nuestra Institución, no dudo en afirmar, sin que ello sea autocomplacencia ni arrogancia, que hoy la Universidad de Burgos es la mejor desde que se creó: más investigadora, más internacional, más eficaz, más integral y diversa, más integrada en la ciudad y la provincia de Burgos”, aseguró el rector Manuel Pérez Mateos al comenzar la presentación oral de su Informe respecto al curso 2022/2023, celebrada en el Paraninfo del Hospital del Rey.
Un estatus, señaló el rector que es “fruto del excelente trabajo del conjunto de la comunidad universitaria en los últimos años".
Ante el incierto y cambiante calendario que plantea el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades para la implantación de la LOSU, Pérez Mateos informó a los claustrales que “de momento, el Ministerio ofrece financiar este próximo curso 4.200 plazas de Ayudante Doctor, pero a 2/3 de su coste y sólo durante 3 años, dejando el resto en manos de las comunidades autónomas”. No obstante, este programa de financiación, conocido como Integra, representa solo una pequeña parte de los 844 millones de euros estimados por CRUE como cifra mínima de financiación extraordinaria para que el sistema universitario español inicie el curso 2024/2025 con las exigencias que plantea la LOSU. Según los cálculos realizados en nuestra Universidad -señaló el rector- necesitaríamos incrementar el presupuesto (ahora fijado en 86,2 millones de euros) en unos 4,5 millones”.
“Si no se llega a un acuerdo entre Estado y comunidades y no se evita la confrontación política en la aplicación efectiva de la Ley, las perdedoras serán las universidades y con ellas la ciudadanía. Y si nuestra Comunidad no se presta a poner la financiación necesaria, se abocará a la Universidad de Burgos sin remedio al colapso económico", llegó a afirmar Pérez Mateos. “Esta decisión marcará no solo nuestro futuro como Universidad, sino el de la propia sociedad. Sin duda, la capacidad de nuestra Universidad para transformar la sociedad estará claramente condicionada por la financiación que reciba", remachó el rector.
En los últimos siete años, explicó el rector burgalés, “la obtención de fondos por proyectos de investigación captados por nuestros investigadores ha experimentado un incremento extraordinario, pasando de 4,5 a 31 millones de euros. De esta cifra, 10 millones de euros provienen de la ejecución de 41 proyectos europeos, de un total de 770 proyectos que la Universidad está llevando a cabo, y 3 millones de euros se generaron a través de la transferencia de tecnología mediante contratos con empresas y entidades”.
Cifra que supera el 36% de nuestro presupuesto global, y que consolida a la UBU en la primera posición regional en ejecución de proyectos internacionales y nos permite mantener una plantilla de 370 investigadores no docentes, cuyo salario no está financiado por la Administración Educativa. ·Aunque de ella percibimos tan solo un 13% de los recursos distribuidos, somos capaces de obtener el 25% de toda la financiación que obtiene todo el sistema universitario público para investigación”, informó Pérez Mateos.
La reivindicación de que la oferta académica de la Universidad de Burgos cuente con un Grado en Medicina surgió durante el turno de preguntas e intervenciones por parte de los miembros del Claustro. Pérez Mateos, quien recordó que en todos los años de sus dos legislaturas como rector ha planteado sistemáticamente esta reivindicación a la Junta, avanzó que se incluirá de nuevo la petición del título como primera opción de implantación en la carta que se envía a la Junta cada primer trimestre del año para solicitar la incorporación de nuevos grados.
Pese a los reiterados no recibidos por parte de la Junta de Castilla y León, el rector burgalés afirmó que Medicina “se implantará más tarde o más temprano” y que “llega el momento” de que la implantación de este Grado en Burgos sea una reclamación del conjunto de la sociedad burgalesa. “Tendremos Medicina so hay movilización social”, vaticinó, tras recordar a los presentes que la Universidad de La Rioja, que en el curso 22/23 contaba con casi la mitad de estudiantes que la UBU, ya ha visto cómo su Gobierno regional aprobaba la futura implantación de este título. “Se están acabando las excepciones”, afirmó Pérez Mateos.
En la sesión claustral, además de la presentación de los informes del rector y de la Comisión de Política Universitaria, la Defensora Universitaria, la profesora Julia Arcos, expuso su memoria correspondiente al curso 22/23, en la que analizó la procedencia y motivaciones de las 156 solicitudes recibidas por este organismo durante ese periodo, de las cuáles 108 fueron quejas y reclamaciones y 48 consultas. El 79% de las mismas procedió del colectivo de estudiantes, el 11% de personal docente e investigador y el 9% de personal técnico de administración y servicios.