Esta mañana se ha celebrado en la Universidad de Burgos la conferencia "Liderazgo cívico y derechos sociales", enmarcada en el proyecto de innovación docente impulsado por la Fundación Tatiana. "La formación y el liderazgo cívico en los albores del siglo XXI". Este proyecto, cuya IP es la Profesora Paloma Durán y Lalaguna, catedrática de Filosofía del Derecho Universidad Jaume I, cuenta con la participación de 13 universidades, incluyendo la Universidad de Burgos.
La Dra. Nuria Belloso Martín, catedrática de Filosofía del Derecho de la Universidad de Burgos, coorganizadora de la actividad, subrayó que el objetivo principal del proyecto es formar líderes universitarios comprometidos con el futuro de la sociedad, guiados por los valores y el humanismo cívico. "Es fundamental que los universitarios, con todo el conocimiento que adquieren a lo largo de su formación, se conviertan en actores clave en la orientación de la sociedad hacia un horizonte más ético y justo".
En el mismo sentido se manifestó otro de los organizadores, el catedrático de Derecho Administrativo y director del departamento de Derecho Público de la UBU, Tomás Prieto Álvarez, que hizo hincapié en la importancia de contribuir a la misión universitaria en su sentido más amplio. Haciendo referencia a Romano Guardini, pensador europeo del siglo XX, afirmó que la misión de la Universidad no es solo suministrar conocimientos teóricos para desempeñar una profesión, algo fundamental, sino que el objetivo va más allá y debe ser “ayudar a las personas a configurarse como tales, con valores, principios y criterios para la vida. Queremos que nuestros estudiantes no solo sepan mucho de su área de estudio, sino que también sean capaces de reflexionar sobre su papel en la sociedad y en cómo contribuir a ella de manera responsable".
Con este enfoque de fondo, el profesor Dr. Ignacio Ara Pinilla, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de La Laguna, impartió su conferencia en la que subrayó la complejidad de los derechos sociales y el difícil consenso para su aplicación en una sociedad diversa y con recursos limitados, resaltando la importancia de un liderazgo cívico informado y comprometido con estos principios.
"La función esencial de los derechos sociales es clave porque, aunque no fueron los primeros en afirmarse cronológicamente, desde un punto de vista lógico son los primeros: sin subsistencia no hay nada", explicó Pinilla. Uno de los ejes de su intervención fue la universalización de los derechos sociales, estructurada: el reconocimiento, la realización y la identificación. Según este catedrático, aunque el reconocimiento de los derechos sociales está en gran medida garantizado, la realización sigue siendo un desafío, especialmente para colectivos estructuralmente excluidos como niños, ancianos y enfermos, con menor capacidad de reivindicación o asociación.
También destacó las dificultades de identificar y priorizar los derechos sociales, "el problema real no es la enunciación de los derechos, sino la resolución de los conflictos que surgen entre ellos y otros valores". Reconoció que, dado que los derechos sociales tienen un componente económico, su plena realización es limitada y requiere un análisis cuidadoso de cómo priorizar y aplicar estos derechos sin atentar contra las identidades culturales de las comunidades afectadas.
En opinión del Dr. Pinilla, las nuevas generaciones, los futuros líderes sociales, "es una juventud que ha tenido la vida más fácil en algunos aspectos, aunque en otros lo han tenido más difícil, y eso ha condicionado su forma de ver la sociedad, más individualista, si bien están abiertos a sumir los mensajes y reflexionar sobre cuestiones sociales cuando se les comunica de manera adecuada."