Alumnado del I.E.S. Pintor Luis Sáez defendió en el Paraninfo de la Universidad de Burgos sus proyectos del Bachillerato de investigación/excelencia correspondientes al curso 2023/2024. El Bachillerato de investigación/excelencia constituye una opción educativa en el marco del bachillerato ordinario dirigida al alumnado que tenga interés en profundizar en los diferentes métodos de investigación y en el análisis de los problemas propios de cualquier investigación, en colaboración con docentes e investigadores de la Universidad de Burgos.
El acto estuvo presidido por Gonzalo Salazar Mardones, vicerrector de Relaciones con la Empresa y Resiliencia, que destacó el carácter emprendedor e investigador del estudiantado participante en este programa, que asume el reto de enfrentarse a una nueva metodología para desarrollar sus proyectos.
La influencia de los valores personales en el consumo
En esta ocasión fueron dos grupos los que expusieron sus trabajos. El proyecto La fina línea entre ser bueno y ser tonto. El consumidor responsable, de Sandra Gómez, Diego Guinea y Alba Sáez, trataba de dar respuesta a una de las grandes cuestiones de nuestro tiempo: ¿Influyen los valores personales de los consumidores en sus acciones?. Un planteamiento a medio camino entre la filosofía y los estudios de empresa, con algunas pinceladas de psicología para la época actual, en el que términos como hiperconsumismo están a la orden del día, con el que Sandra, Diego y Alba han querido poner el foco en los valores y las acciones relacionadas con el consumo y la sostenibilidad.
Como punto de partida, estos jóvenes investigadores plantearon tres preguntas: ¿Existe disonancia cognitiva entre los valores personales y el consumo ético y sostenible de los consumidores? ¿Existen diferencias entre lo que la empresa quiere transmitir y lo que el consumidor percibe en materia de sostenibilidad y responsabilidad? ¿Existen diferencias generaciones en los casos expuestos en las hipótesis anteriores?
Empleando una metodología mixta, propia de las Ciencias Sociales, combinaron técnicas cuantitativas y cualitativas, además de fuentes de información secundarias. Realizaron una encuesta a 937 personas; dos entrevistas, una a Silvia Torrente, propietaria de Mi Medusa, un negocio local que destaca por sus prácticas de sostenibilidad y otra, a Daniel Arribas, director general de consumo en el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030. También organizaron un focus group en con 8 personas, formado por expertos en sostenibilidad, marketing y filosofía. Por último, analizaron informes de grandes organismos y Estados de Información no Financiera de las grandes empresas españolas. Cabe destacar que, para medir los valores éticos de la población objeto de estudio mediante el cuestionario, elaboraron su propia escala, denominada DAS BIE.
Las principales conclusiones obtenidas constatan una disonancia cognitiva entre lo que el consumidor piensa y cómo se comporta, es decir, existe una relación débil entre valores y consumo éticos y no existe relación directa entre valores éticos y consumo sostenible. Sí que hay importantes diferencias entre lo que la empresa quiere transmitir en materia de sostenibilidad y responsabilidad social y lo que los consumidores perciben. Mientras que las empresas dedican muchos esfuerzos para proyectar una imagen socialmente responsable y éticamente correcta, los consumidores parecen percibirlo únicamente como estrategias de marketing por parte de estas.
Las diferencias generacionales también quedaron expuestas. Los resultados del análisis revelan que la Generación Baby Boomer, (entre 55 y 74 años) es la que tiene mayores valores éticos y presenta menor grado de disonancia cognitiva, con actos de consumo que reflejan en mayor medida sus valores éticos. En el otro extremo se encuentra la Generación Silenciosa, los mayores de 75 años, y la Generación Z, los menores de 24 años, que obtienen los peores resultados en valores éticos y comportamiento ético y sostenible.
Otras conclusiones destacadas son la mejor adaptación de las pymes a las nuevas demandas relacionadas con la sostenibilidad, que un bajo nivel de renta no parece estar relacionado con un comportamiento menos responsable y que los más jóvenes no son tan manipulables por la publicidad y el marketing como se puede pensar.
Pese a su satisfacción por el trabajo realizado, estos brillantes jóvenes, manifestaron un sabor agridulce por los resultados obtenidos, que demuestran que aún queda mucho camino por recorrer en materia de sostenibilidad y consumo responsable.
Las tutoras del proyecto, Paula Antón Maraña y Julieta Díez Hernández, de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UBU; y Ángela Hermoso Cosgaya, del Departamento de Economía del IES Pintor Luis Sáez, felicitaron a Sandra, Diego y Alba, por el trabajo realizado y mostraron su satisfacción por la oportunidad de trabajar con estudiantes tan comprometidos, a los que auguraron un sobresaliente futuro académico.
La vigencia del teatro del Siglo de Oro
El segundo proyecto, obra de Ester Brown Sogorb y Ruth Peña Ces, bajo el título Lope de Rueda y Miguel de Cervantes a escena. Reconstrucción arqueológica de dos textos teatrales del Siglo de Oro español, invitó al público asistente a un viaje al Siglo de Oro español. El objetivo era reconstruir, identificando las “huellas” teatrales, las primeras representaciones en las calles y en los corrales de comedia. Para ello se basaron en dos textos teatrales, dos “fósiles” conservados: El paso séptimo (conocido como Las aceitunas) de Lope de Rueda y La cueva de Salamanca de Miguel de Cervantes.
La idea fundamental de esta investigación es que el teatro solo es teatro en el momento de su representación. Tras un breve recorrido para presentar las características del entremés, explicaron la metodología teatral que llevaron a cabo para su análisis, centrado en el estudio de la acción, los personajes y el espacio y tiempo de los textos seleccionados a través del bloque didascálico - expresiones que se ubican al inicio y al final de cada acto, cuadro, escena o episodio o entre las réplicas de los personajes - (didascalias explícitas e implícitas). Las distintas didascalias se recogieron en un inventario donde se identifica el sujeto, la acción y el tipo de didascalia existente.
Las conclusiones alcanzadas afirman que la escenografía, el atrezo y las acciones se recogen principalmente en el diálogo de los personajes a través de didascalias implícitas. La teatralidad de estas breves piezas cómicas se concreta en la situación absurda y caricaturesca planteada; en el personaje tipo del simple como elemento clave de la comicidad; en los sonidos producidos en el espacio escénico (golpes, susurros, ruidos, etc.), especialmente en la presencia de la música y la danza en el texto cervantino; en el vestuario o atuendo de los personajes; y en los diálogos rápidos e idiolectos de los personajes tipo que enfatizan la comicidad a través del contraste, la parodia y la burla.
Para finalizar su defensa, Ester y Ruth, recalcaron la importancia de seguir estudiando distintas disciplinas o áreas para atender mejor al carácter plurisígnico del teatro y afirmaron que los valores intrínsecamente teatrales de los pasos de Rueda y de los entremeses de Cervantes siguen estando vigentes después de más de tres siglos.
Este proyecto, tutorizado por las doctoras Aroa Algaba Granero y Sara Sánchez Hernández, del Departamento de Filología de la UBU; y Soledad García Pérez, Departamento de Lengua Castellana y Literatura del IES Pintor Luis Sáez, fue elogiado, tanto por la temática elegida, que pone en valor el periodo de mayor florecimiento de la cultura española, como por el impecable desarrollo del mismo.
Desde la coordinación de este programa, Soledad García Pérez destacó la oportunidad que estos proyectos suponen para el alumnado de Bachillerato de desarrollar capacidades añadidas y adquirir competencias que, sin duda, serán de gran utilidad en sus estudios universitarios.