Silvia Lorena Millán Cardenas, doctoranda del programa de doctorado Educación: perspectivas históricas, políticas curriculares y de gestión, defiende su tesis doctoral titulada “Perfil de competencias académicas de un doctor en el Espacio Europeo y Latinoamericano de Educación Superior”. La tesis ha sido dirigida por los profesores Agustín Escolano Benito y Juan Alfredo Jiménez Eguizábal.
Desde hace varias décadas el discurso de competencias se ha instalado dentro de los entornos educativos a nivel global y, en los últimos años, ha aumentado su presencia en la educación superior. Esta inserción parece deberse a un cambio en el paradigma de la educación, en el cual el enfoque educativo se centra, primordialmente, en el estudiante y su capacidad para aprender. Pero también responde a un acentuado interés por la respuesta que pueda ofrecer la universidad, y la formación académica que ella imparte, a las demandas laborales que establece el mercado laboral, en el cual las exigencias de calidad, pertinencia y productividad son cada vez mayores.
Silvia Lorena Millán Cardenas esgrime que el tradicional énfasis que la educación superior ha hecho sobre el conocimiento, parece no responder a los requerimientos de la nueva sociedad cambiante, y los empleadores de hoy empiezan a demandar profesionales graduados que sean capaces de operar en ambientes complejos de trabajo. Desde la educación superior de tercer ciclo, que aquí se entiende como el motor que permite el avance del conocimiento y de ahí, el progreso social y económico de las regiones, también se han hecho avances dirigidos a la implantación del modelo de formación basado en competencias dentro de sus curricula, esto con el objetivo de permitir a los nuevos doctores del siglo XXI ajustarse más y mejor a la que hoy se denomina Sociedad del Conocimiento.
Esta tesis doctoral tuvo como propósito identificar y validar los supuestos que, de acuerdo con la literatura especializada, se tienen con respecto a las competencias que caracterizan a un doctor y lo distinguen de otro que no lo es, en términos de conocimientos, habilidades, destrezas, actitudes y valores. Para su desarrollo se aplicó la técnica Delphi a un grupo de expertos que estuvo integrado por 15 académicos de 7 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España y México, todos ellos investigadores doctores destacados en diferentes áreas del conocimiento. El estudio logró identificar un total de 25 características propuestas como fundamentales para distinguir a un doctor de quien no lo es. Dichas características o competencias académicas se han podido agrupar, a partir de la revisión de la literatura, en seis categorías que permitieron el análisis de la información y reflejan el contraste entre las concepciones de los expertos y los planteamientos de la literatura científica que han servido como referente a este estudio.