El curso de verano “Trastornos del Espectro del Autismo (Síndrome Asperger) avances y desafíos en el conocimiento y la intervención” se centrará en el llamado trastorno autista de alto nivel de funcionamiento conocido como Síndrome de Asperger. Las profesoras Mª Natividad De Juan Barriuso y Mª Ángeles Martínez Martín, que dirigen esta actividad, afirman “Vamos a tratar de profundizar en esta condición, conociendo las necesidades y dificultades que presentan las personas con Síndrome de Asperger, a lo largo del ciclo vital, en los contextos familiares, escolares, laborales y sociales”. Este curso se celebrará en la capital burgalesa del 11 al 13 de julio y ha sido aceptado para su reconocimiento por la Dirección Provincial de Educación para Profesores de Enseñanzas no universitarias.
María Ángeles Martínez añade pretendemos generar un cambio en la forma de ver a las personas con TEA, y concretamente con SA (síndrome de Asperger), “viéndolas como personas, como cualquiera de nosotros, con deseos, aficiones, proyectos, … en definitiva con ganas de vivir y compartir su vida, a pesar de las múltiples barreras que encuentra a su paso, algunas de ellas originadas por las características propias o asociadas a su condición de “autismo” pero otras muchas generadas por el desconocimiento, la intolerancia e incomprensión.de una sociedad que todavía tiene mucho que hacer para respetar y valorar la diversidad funcional de las personas en general y con autismo en particular”.
El curso se propone una serie de objetivos que tratan de conseguirse a través de las distintas sesiones impartidas por profesionales de reconocido prestigio en el campo del autismo. Todos ellos desempeñan su actividad profesional en diferentes organizaciones y comparten y fundamentan su visión no solo en evidencias basadas en la ciencia, sino en aquellas que aportan su larga experiencia de trabajo y convivencia con personas con TEA.
Con la finalidad de hacer que el curso sea más accesible a todas las personas interesadas en el tema de los TEA, se desarrollará en dos modalidades (presencial y on line y en este caso en dos versiones, diferido y streaming).
73 años de autismo
Comprender y abordar los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA) es imposible sin hacer referencia a los cambios conceptuales que han tenido lugar a lo largo de los 73 años trascurridos desde su primera definición, en 1943.
La historia del autismo ha sido compleja, el desconocimiento sobre su origen ha ido generando múltiples formas de interpretación e intervención, muchas cuestionables desde el punto de vista científico, que, además de suponer un freno al consenso y al avance, han generado gran incertidumbre en las familias y un obstáculo al desarrollo de las propias personas con TEA.
Actualmente está ampliamente aceptado que los trastornos incluidos dentro del espectro del autismo son trastornos que aunque presentan una amplia variedad de expresiones clínicas, son el resultado de disfunciones multifactoriales del desarrollo del sistema nervioso central. Las personas con TEA presentan síntomas en tres áreas: alteración del desarrollo de la interacción social recíproca, alteración de la comunicación verbal y no verbal y repertorio restringido de intereses y comportamientos. Esta triada de síntomas se sintetiza, en la versión actual del DSM (DSM-5), en dos: déficits en la comunicación social y en la interacción social y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.
La idea de considerar el autismo como un “continuo” más que como una categoría, que defina un modo de “ser”, “nos ayuda, según señalan Natividad De Juan y Mª Ángeles Martínez, a comprender que, a pesar de las diferencias existentes entre los distintos tipos de TEA, todos ellos presentan alteraciones, en una serie de aspectos o dimensiones. Es decir, nos ayuda a darnos cuenta de que existe un orden que subyace a la gran diversidad de los cuadros. La naturaleza y expresión concreta de las alteraciones, que las personas con trastorno del espectro del autismo presentan en esas “dimensiones siempre alteradas” dependen de varios factores, entre los que se encuentran, la edad de detección, los apoyos recibidos... En la actualidad, teniendo en cuenta el grado de afectación, y por tanto la necesidad de apoyos, se tiende a hablar de tres niveles de gravedad (nive1: necesita ayuda muy notable; nivel 2: necesita ayuda notable y nivel 3: necesita ayuda)”.
1 niño de cada 68
Últimamente se ha producido un aumento considerable de casos detectados y diagnosticados, de manera que los datos más recientes sitúan la prevalencia del autismo en 1 de cada 68 nacimientos este hecho está generando un cambio en su reconocimiento a nivel social y más concretamente en el ámbito de la discapacidad.