El premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 2014, Avelino Corma, afirmó que "Las empresas tienen que ser conscientes de que necesitan investigación. Tienen que contratar doctores y que estos sirvan de conexión con las universidades” en su conferencia 'Química para mejorar nuestra vida' impartida en el Fórum Evolución, invitado por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Burgos, con el patrocinio del Fecyt y el Santander Universidades.
El investigador químico lamentó que las empresas nacionales no empleen más las investigaciones que se realizan en nuestro país y recordó que el 80% de la investigación aplicada de su equipo científico es aprovechada por compañías extranjeras. “Las universidades están para colaborar con empresas en las investigaciones novedosas”, añadió.
Durante el acto presidido por la vicerrectora de Internacionalización, Cooperación e Investigación, Elena Vicente, Corma habló de los grandes beneficios de la química y explicó cómo la investigación de nuevos procesos y moléculas mejora la eficiencia de muchos sectores: energético, industrial, alimentario, médico, etc.
Se refirió a la "mala fama" que rodea a la química en general, y explicó que no había que confundir algunas malas prácticas, de gran repercusión mediática, con el empleo de esta ciencia, extraordinariamente positiva y necesaria para el mundo actual.
En cuanto a la producción energética, subrayó que la investigación tiene un papel fundamental en el objetivo de reducir las emisiones producidas por combustibles fósiles: "Las energías renovables aumentarán en función de que desarrollemos procesos y técnicas más eficientes".
Corma explicó cómo su equipo de investigación participó en la mejora de la eficiencia de un proceso de purificación de gas natural, lo que produjo tanto beneficios económicos como medioambientales. "Algo que surgió en los laboratorios de una universidad -dijo- ahora se emplea en industrias de todo el mundo".
Pero Corma no quiso quedarse en la salida más industrial de la investigación y pasó a hablar de la influencia de la química en la sostenibilidad alimentaria. Mencionó la irregular historia de los pesticidas, para revindicar los beneficios de los controles de plaga actuales, tanto en el aspecto económico como en salud y medioambiente.
Cerró el recorrido refiriéndose a las aportaciones de sus investigaciones en materia médica y alabó la gran cantidad de investigación que se está haciendo a nivel global: "Esto solo es una muestra de lo que se está haciendo en todo el mundo para crear materiales que curan y dirigen procesos en el tratamiento de enfermedades".
En la ronda de preguntas, Corma respondió a diferentes cuestiones relacionadas con el fracking, la fuga de talento científico al extranjero y la relación entre la investigación pública y la empresa privada.